Los aditivos alimentarios y el Quantum Satis (QS)

EL ORIGEN.

En Latín existe la expresión Quantum Satis, que es en resumen una mano tendida al buen hacer del productor.

Su significado es “la cantidad adecuada”.

Distintas cantidades de aditivo

En formulación de compuestos para medicina y farmacia, originalmente ya se utilizaba esta locución para indicar que el maestro que elaboraba el medicamento debería emplear la cantidad de producto correcta (según su criterio subjetivo) para que el compuesto tuviera el efecto deseado.

LA DUDA.

Visto así, todos pensamos en la otra parte de la balanza, claro. Si se añade una cantidad que satisface el resultado, pero excede lo necesario, ¿qué sucede?

Sin duda, ahí está el meollo de la cuestión. En el caso de que el maestro se pase de la raya, la medicina tiene lo necesario y más, con lo que podría llegar a tener efectos adversos no deseados.

Quantum Satis también es en este sentido el propio límite. La cantidad adecuada es la mínima necesaria para que el efecto se produzca. El equilibrio está de mano del farmacéutico, médico, o cualquier otro que elabore un compuesto, y de sus buenas prácticas.

AHORA.

Esto ha llegado hasta nuestros días, y, aunque nos sorprenda, se usa ampliamente en la producción alimentaria. La Unión Europea, ente protector donde los haya, ¡hossanna! deja manga ancha en este sentido al panadero, chacinero, cocinero o cualquier persona que prepara alimentos, para que añada cuanto estime preciso para que el efecto que desea se cumpla.

EFSA

Si quiero que mi mermelada de fresa se vea rojo intenso, y no tenga tonos marrones, le añado Quantum Satis del compuesto que estime (dentro de los permitidos, eso sí). Si, en Alta Cocina Molecular (madre mía, qué expresión) voy poniendo alginato para esferificar, y esto lo hemos visto todos en Master Chef, y se me va la mano, puede que me queden unas bolas de tomate perfectas, pero… ¿podré comerlo sin que se me ponga la cara verde?

Esferas de alimento

Siendo serios, debemos reconocer que gracias a miles de científicos de todo tipo, médicos, físicos, químicos y un sinfín de innovadores y artesanos, los alimentos de hoy son mucho más seguros de lo que eran hace apenas unas décadas. Hace apenas 70 años que sabemos que las nitrosaminas pueden ser cancerígenas, y hoy se añade E301 (ascorbato de sodio, que se hace fermentando glucosa) entre otras cosas para evitarlas.

Tenemos una lista detallada y miles de estudios en todos y cada uno de los sentidos respecto a cada compuesto. Sin cifras numéricas límite, eso sí. La Unión Europea vela por nosotros, amén.

¿Qué cantidad?

Suficiente, pero no demasiado. Por nuestra parte, ya que ponemos nuestra salud en la mano del productor, mejor conocer a fondo quién y qué hay detrás.

Productor local

Garantía de origen, proceso y calidad. Personas que se preocupen en serio por el Quantum Satis.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *