La viña vinífera, o sea, vid que da uvas para vino.
Antes de contaros los tipos de vides que existen, hay que hacer mención a nuestra “amiga.” La Filoxera.
La Filoxera es un pequeño insecto que parasita la vid. Técnicamente se denominan hemípteros. Entre ese grupo que tiene más de 50000 especies diferentes se encuentran, por ejemplo, los pulgones, cigarras, y chinches (alguno hay muy conocido del que hablaremos en otra ocasión, como la chinche americana, o chinche de las piñas).
Bien. La filoxera se conoce desde hace algo más de 150 años. Es originaria de Estados Unidos (no todo lo que vino de allí fue bueno, claro) y se presentó en Europa por imprudencia de algunos comerciales de planta franceses.
Rápidamente surgió una plaga que se propagó afectando primero a Francia, claro, y después a Gran Bretaña, Portugal, Suiza, Alemania y Austria, llegando en 1900 a nuestro país.
Este insecto acaba con la vid, aunque no siempre. Terrenos arenosos, inundaciones en los viñedos, algunas animaladas a base de diversos productos químicos, y, sobre todo, la solución definitiva y menos agresiva, que fue injertar los viñedos con raíces de viñas inmunes, solventaron el problema. Gracias a esto hoy tenemos uvas en el mundo.
Todo esto es necesario saberlo para entender los dos tipos de vid que podemos distinguir.
Sea.
Pie franco
Es una vid que tiene la raíz y el tallo de la misma variedad. No tiene injerto. Esto quiere decir que su raíz es inmune al ataque de la filoxera, o bien el terreno en el que está el viñedo no es apto para que prolifere (muy arenoso, por ejemplo).
Esto actualmente es bastante raro. Los viñedos resistentes gracias al “terruño” son muy escasos, especiales y en viticultura altamente apreciados. En ellos se ha ido seleccionando la planta que mejor uva proporciona a base de la experiencia de generaciones, lo que otorga un valor en ocasiones incalculable al fruto. Muchos son únicos de verdad, y los vinos obtenidos son excepcionales y singulares.
Enológicamente muchos vinos de viñas a pie franco son joyas apreciadísimas por su excelente calidad.
Algunos ejemplos en Tierra de Pinares son Citius Pinot Noir, Pago La Pavina, y Red Pavina 2017 de Bodegas Alta Pavina, o Dindi 2018 de Viñedos Malaparte.
El hecho de que el viñedo sea de plantas de una misma variedad desde sus raíces no quiere decir que sea lo que se denomina prefiloxérico. Este término aplica a las viñas que fueron plantadas antes de la filoxera, y pervivieron. El mérito no está solo en la planta, sino fundamentalmente en el terreno, el clima y otros factores, como la posibilidad o regularidad de inundaciones, o que se trate de una zona muy arenosa.
Pie americano
En el caso de que la raíz sea de una planta y el tallo de la variedad vinícola que se elija, injertada, de forma regular tenemos esto que se denomina pie americano.
El pie (raíces) de la vid proviene de plantas resistentes a la filoxera, normalmente de variedades americanas, y así se evita el daño. El injerto se realiza a partir de la raíz, al aire, y el tronco y resto de la planta ya son de las elegidas para obtener uva.
Casi todos los viñedos actuales son de este estilo, garantizando la variedad y salud de la vid.
Aquí el misterio radica en la selección del injerto, claro, que es el que aportará al viñedo todas las características que se requieren.
Algún caso muy curioso de errores que se transformaron en éxito debido al injerto es, por ejemplo, el del vino Le Domaine de Abadía Retuerta. Cuando plantaron este viñedo, habían pedido una variedad adecuada al terroir, con la idea de producir vino tinto. La equivocación del viverista en la variedad que sirvió determinó el excelente futuro de estas viñas, de uva Sauvignon Blanc.
Un extraordinario fallo que podemos disfrutar en nuestros días.
Para otro artículo dejamos el asunto de la forma del viñedo, de la planta respecto al terreno y otras cuestiones importantes para las uvas que determinan mucho en los pasos hasta extraer el jugo de estas frutas.