La histeria

Entre la locura y la desesperación, así andamos.

A golpe de aviso y anuncio, con reacciones histéricas, no tengo otro término. Me duele España, que diría Unamuno, viendo cómo la sinrazón toma posiciones en un mar de ignorancia y miedo.

Animales huyendo en estampida
De estampida en estampida.

PAVOR

Hemos alimentado la bestia con grandes dosis de alertas, datos inconexos (e incorrectos), afirmaciones dudosas, apresúrate y para. El miedo se instala y hunde sus garras sobre una población angustiada, interesadamente desinformada y expectante.

Gota a gota, como la tortura china. Bien sabemos que más desgasta el agua que el acero.

Se han ido tumbando verjas, cercas, vallas, muros y estructuras. Del poco al mucho con la constancia de quien tiene un objetivo claro y va dejando semillas que hoy, sí, ya germinan.

Gente dándose puñetazos
A base de golpes.

GOLPES

La pandemia, la guerra, ¿la escasez?, y siempre los intereses velados y maliciosos detrás de cada movimiento. A río revuelto, ganancia de pescadores.

Sembrar el pánico es cada día más sencillo y, además, paradójicamente, menos escandaloso.

Gila, este sabio que parecía un cómico y era un gran filósofo, sin embargo, ya nos contaba cómo descubrir al asesino. Frases cortas, insinuaciones, datos sueltos de los que se puede tirar sin descanso y sin dejar que se encuentre el ovillo.

Después de creernos la superevolución de la especie, nos topamos con un ridículo enemigo que surge todavía no se sabe de dónde (el ovillo) y nos mete un sopapo que nos deja la cara vuelta. Le sigue otro que sí se sabe bien de dónde sale, atiza y aunque le duele, nos corona pagadores de la fiesta. Y entre medias, golpes bajos a todos los bolsillos.

Salvavidas
SÁLVESE QUIEN PUEDA

SÁLVESE

Con una relación global como nunca se ha visto, dominada por los que son mayoría, y en esto aunque me queje entiendo que no podría ser de otro modo, la maraña de relaciones entre personas, grupos, regiones, países y organizaciones no la deshace ni Emö Rubik.

Y nosotros, personajillos de tercera de esta pantomima, la observamos cuando menos como las vacas viendo el tren pasar, cuando más tratando de dar luz sobre el follón que inunda nuestro alrededor. Tratando. No success.

Algún listo, dicho esto con el más peyorativo sentido del adjetivo, sigue sacando renta del alboroto. A otros nos lo impide la moral. Perplejos e incapaces de revertir una situación que cada día pulveriza el que pensábamos insuperable máximo anterior.

Marionetas por voluntad propia, por pereza, por astenia, por incapacidad, por terror, con un principio simple martilleando ensordecedor, que escupe SÁLVESE QUIEN PUEDA, y retumba en infinitos ecos.

Miedo irracional
Noteajunto.

YA NO TE QUIERO

Si mi vecino tose, yo me protejo, pero no sé ni como, así que me contagio. El método para no sufrir las consecuencias no funciona. Me contagio de escasez de perspectiva, de falta de nada y de ceguera que va pasando de temporal a permanente.

Con la pandemia, encierros y máscaras, pero no de los de toros ni de las de bailes. Con la invasión, solidaridad y noteajuntos, tan digna una como vacua la otra. Testimonios sin fondo y mucho más del iceberg por debajo que a la vista.

Corre que se agota. Paga lo que no vale. Ponte otra dosis y sonríe. Siempre podrás seguir diciendo que alguno lo pasa peor que tú.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *