La adicción a la recompensa en las RRSS

Me gusta, like, recomendar, celebrar, es el fenómeno de las redes sociales.

Facebook e Instagram se nutren de las debilidades y adicciones de sus acólitos. Hasta LinkedIn, profesional por encima de todo se engancha a la tendencia de las recomendaciones, aplausos y celebraciones.

Y los adictos, expectantes ante el resultado de cada una de sus historias, publicaciones y la repercusión que causan entre sus seguidores.

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Followers

Sumar seguidores.

Cada nuevo me gusta es una corriente de placer psicológico que inunda de endorfinas al que lo recibe. Es la necesidad de reconocimiento.

Pendientes del móvil y los avisos de forma obsesiva. Esto es lo que mandan los tiempos. Así es cómo se gastan las horas y esfuerzos.

Más atrevido, más impactante, más llamativo, espectacular e increíble.

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En las redes de las RRSS

Facebook nos tiene en sus redes.

Hemos caído en las redes sociales cual pardillas en las de los pescadores de los ríos. Pardilla (Iberochondrostoma Lemmingii es la denominación científica) es ese pequeño pez de río que resulta tan fácil de capturar, recomendable para iniciados, aunque no tiene mucho valor culinario, cierto es. Unos verdaderos pardillos.

Obnubilados por la estadística de likes que se incrementan según pasan los minutos, las horas y días. Obsesionados por sumar aceptación social en redes que atrapan la atención y actividad de, lamentablemente, cada vez más personas.

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Esperando la recompensa inmediata

El aprendizaje directo acción/reacción de resultados inmediatos modula las actitudes, y la necesidad creciente de recompensa garantiza la dependencia. Auto-entrenados como perros de Paulov. Sin darnos ni cuenta.

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Adicción.

No en vano adicción es una  “enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa o alivio a través del uso de una sustancia u otras acciones”.

Dejemos de llamarlo aficionado a la redes sociales cuando ya no es una afición.

Fingir para gustar

Y ya no lo es cuando nuestros hábitos pasan de entretenernos a modificarnos. The Great Pretender, que diría Queen, es en lo que nos estamos convirtiendo. Ganar seguidores es el letimotiv, a toda costa. Adicción.

La tiranía de la red se nutre de nuestra flaqueza. No puedo más que ponerlo sobre la mesa. Cada minuto lo tengo más claro. Homer, electroencefalograma plano, puede llegar a ser el paradigma.

Solo espero que este post tenga muchos me gusta, eso sí.

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