Miel ecológica

Hemos hecho una jornada formativa sobre miel ecológica. Aquí van unas pinceladas, aunque se me queda muchísimo en el tintero.

Treinta y tantos aplicados alumnos con los cinco sentidos sobre el asunto. De profesor, Froilán, apicultor jubilado que desde su retiro expande el conocimiento con generosidad.

Cada oficio tiene su argot y la apicultura también.

VOCABULARIO

Esta docena de palabras quedan como tarea para ti, lector. Ánimo. Si algo no hay forma de averiguarlo, pregunta y te lo contaré.

Alza – Centrifugación – Colmena – Cuadro – Enjambrar – Entretapa – Ganado – Opérculo – Reina – Sublimación – Varroa – Zángano

El CE834/2007 regula las normas a cumplir.

LAS CONDICIONES

La normativa europea, que aplica también en España, es bastante específica.

Algunas restricciones se nos antojan evidentes, como puede ser la de no aplicar tratamientos antibióticos, fungicidas ni de ningún otro tipo químico a las colmenas o abejas.  Con alguna excepción muy controlada, tan solo está permitido luchar contra la VARROA con ácido oxálico (etanóico, también llamado sal de limón), componente que de forma natural está en espinacas, remolacha y muchos otros vegetales.

Otras son más difíciles de cumplir, principalmente en las zonas en las que la actividad del sector primario está tan extendida como la que se da en la Tierra de Pinares, por ejemplo. Se trata de el perímetro de exclusión, que ha de superar los TRES KILÓMETROS de radio desde la plantación o ganadería no ecológica más cercana.

Total, que si quieres producir miel ecológica, te toca irte a zonas de monte donde no será difícil encontrar osos o lobos. Sea.

Impedir que la reina se vaya no está permitido.

CURIOSIDADES

Entre las condiciones que más nos chocan las hay como esa que impide que a la ABEJA REINA se le corten las alas. Esto tiene su sentido, porque es la forma de garantizar que las abejas están bien donde están, y que pueden moverse libremente en caso de querer enjambrar en un lugar diferente del que el apicultor ha preparado para ellas.

Otra peculiar es la que impide eliminar las crías macho, salvo que sea para luchar contra el parásito Varroa destructor.

Una importante, en la que debe actuar el ganadero, es la de la alimentación de las abejas en el periodo de reposo, que ha de ser natural en todo caso. Consumen la miel que han almacenado. Si la pervivencia está seriamente amenazada por cuestiones climáticas, podría aportarse miel ecológica para que se alimenten.

En cuanto a las propias colmenas, se exige que estén construidas con materiales naturales que no puedan contaminar a la colmena. Las cajas no pueden imprimarse con barnices o pinturas sintéticas, aunque sí es posible usar algunos aceites vegetales para proteger la madera de las inclemencias del tiempo.

La cera que se use para los cuadros nuevos ha de ser ecológica. Razonable también, y así todo.

La cantidad de miel que se obtiene con colmenas “fuertes” es similar a la no ecológica. El sistema inmunológico de las abejas se refuerza, y están SANAS DE FORMA NATURAL, y eso hace que su cosecha sea igual en cantidad y mejor en calidad.

De los más grandes a los más pequeños, la colmena tiene enemigos «para elegir»

LAS AMENAZAS

Obtener miel natural en un paraje como los colmenares de Froilán tiene sus riesgos. A los pies de los Picos de Europa se acerca el OSO, goloso por naturaleza. Anda a sus anchas por sus bosques, y si encuentra las colmenas es probable que acabe con ellas. Cabello natural colgado de los árboles cercanos, avisadores sonoros o pastores eléctricos pueden ser útiles.

El ácaro VARROA parasita las abejas. Ni las larvas, ni los zánganos ni las abejas se libran.

La LOQUE europea es una bacteria contra la que no hay remedio más que la inmunidad propia que tengan las abejas. La apicultura ecológica aconseja eliminar la colmena afectada, porque puede fácilmente contagiar al resto, y no hay tratamiento que no las excluya de la certificación.

El invierno crudo puede hacer que las abejas mueran por INANICIÓN. Si la cantidad de miel que se les deja para pasar los meses más duros no es suficiente, las bajas pueden hacer que no resistan. Controlar el frío también requiere que se separe el nido de cría, la parte de la colmena en la que estarán las abejas y esté aislada y protegida lo máximo posible. Tareas del apicultor.

Para que la POLILLA no se haga con las alzas retiradas, se colocan ramas de laurel sobre y entre cada alza. Simple, económico, sencillo y ecológico.

En Castilla y León el organismo certificador es CAECYL

LA CERTIFICACIÓN

Cumpliendo todos los requisitos documentales, de inspección, de mantenimiento, veterinarios y cartográficos se puede obtener la certificación de la miel como ecológica. No es imposible, pero no es fácil.

Al final, se busca que la producción de miel sea respetuosa con el medio ambiente, que ayude a que el ecosistema perviva y mejore.

Garantizar que una miel es ecológica no es solo el producto en sí, sino todo lo que interviene. Aquí también está la mano del hombre, que extrae la miel por decantación, sin empleo de calor, desoperculando a cuchillo, filtrando lo necesario y dejando que la maduración se extienda todo el tiempo que haga falta.

El precio de la miel ecológica puede compensar el esfuerzo. Cada día apreciamos más el trabajo y los riesgos añadidos en favor de la calidad.

Cera limpia

Y LA CERA, ¿QUÉ?

La cera ecológica es un valor en sí misma. Recuperarla de los cuadros tiene su misterio, como todo.

Lograr que de forma natural quede totalmente limpia puede ser algo que se consiga fácil con la colaboración des-interesada de las propias abejas. El método es sencillo y eficaz, y se trata de extenderla al alcance de las abejas, para que se alimenten con la miel que queda mezclada y la dejen inmaculada.

Slave queen

LA REINA ES UNA ESCLAVA

Esto es común a todas las colmenas, no solo las ecológicas.

La reina se aparea con todos los machos que llegan durante su corto periodo de fertilidad. Los huevos fertilizados están acumulados en el cuerpo de la propia reina, y son la garantía de pervivencia y desarrollo de la colmena.

La reina es reina en tanto es útil para su función, y las obreras le exigen más o menos larvas según les parece que son necesarias. La reina come (o no come), según lo que le traen (o no) las obreras.

Está siempre dentro, forzada a incrementar la población de la colmena con más obreras.

Las obreras son despiadadas, y no dudarán en reemplazarla cuando comience a dejar de poner huevos, enferme o desfallezca.

Ser la reina en una colmena no es más que asegurarse la esclavitud más dura sin esperanza de redención. Un asunto paralelo es el hecho de que las feromonas también jueguen su papel de control, tanto para la reina como para las obreras.

El poder del proletariado garantiza la pervivencia de la sociedad. Al menos, entre las abejas.

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