Tramita, que algo queda.

Voy a contar mi experiencia personal al tramitar la creación de una empresa.

Hacer nacer un ente jurídico es como un embarazo y un parto.

La idea se instala en tu cabeza y pasa de una semilla a germinar, dependiendo del caso, con continuidad y fluidez, o a base de dudas y reconsideraciones, con mucha dificultad.

En el mío cada paso adelante fue seguido de otro atrás, y así durante muchos meses, algún año.

.

Burocracia
La burocracia, necesidad y problema

El asunto burocrático

Los actores de la primera fase en una empresa son múltiples: socios, asesores, el SEPE, Sanidad, La Junta, Hacienda, o los amigos y familiares.

Todos suman y restan, ayudan y entorpecen, acompañan y abandonan.

Si pudiéramos elegir borraríamos los contras, pero no suele ser posible. La burocracia, para uno que estudió Empresariales se antoja necesaria. Lo es. ¿Lo es?

Biológicamente es como la transmisión de información genética, y comprensión de los mensajes compilados. Codificar, comunicar, actuar. Algo que hasta las plantas realizan de forma sencilla y coordinada se empieza a alterar desde su propia esencia al plasmar la codificación de información y lograr que la Administración lo comprenda.

¿A quién no le suenan los términos “zancadilla”, “traba”, “ineficiencia”?

Sí. También la burocracia se ha pervertido y ahora es un monstruo que obstruye un proceso que puede y debe ser simple.

.

Personas delante de instuituciones
Las personas SON las Instituciones

De instituciones y personas

No hay que engañarse. La institución está compuesta por personas.

Cada ente tiene diferentes profesionales, con sus propias ambiciones, antojos, exigencias y limitaciones, cómo no.

La necesidad se topa con bastantes muros, y la tramitación termina siendo agotadora.

Nosotros también lo hemos vivido. Personas que trabajan en Cooperativas son diligentes y colaboradoras, y a su pesar se topan con normas anacrónicas que ensucian su labor. Otras de Hacienda u otras administraciones ni siquiera tienen consideración por hacer su trabajo eficientemente.

Personas por encima de instituciones, instituciones que constriñen a su personal, ridículas normas que neutralizan la buena labor de personas e incluso de las propias administraciones. De todo hay.

.

Cloud
La tecnología es el salto sine qua non

El siglo XXI

La pandemia de 2020 es un espejo en el que tuvimos que mirarnos para darnos cuenta de que el reflejo nos gusta menos que la idea que teníamos de la imagen.

A fuerza de tener como única opción la tramitación electrónica, se dio en seis meses un salto en el tiempo que muchos no soñábamos siquiera con llegar a ver en decenios.

Sigue, sin embargo, que nadie se llame a engaño, la fricción, por parte de quienes (no) lideran las Administraciones para evolucionar al ritmo que el tiempo impone.

DeProximidad es una empresa que ha entendido desde el primer día qué debe aprovecharse de la evolución tecnológica. Conocimiento, control de trazabilidad, inmediatez y claridad a favor del productor y los que se apuntan a la economía sostenible. Estamos en ello y por esto mismo nos duele tantísimo que las Administraciones no se pongan en línea.

.

El soborno sentimental
La pieza encaja solo si todos cooperan.

Enchufismo, sobornismo, y ventajismo

Finalizo, que parezco un viejo gruñón.

Si tienes un conocido, las cosas van más fáciles. Todavía en 2020. Aventajas al resto acelerando trámites. Parece que hay que dorar la píldora para que lo que debe hacerse realmente se lleve a cabo.

Es el soborno de nuestro siglo.

Poner buena cara cuando te solicitan algo que ya has aportado y debes volver a remitir, ser amable cuando la que te atiende ni te mira a la cara. Con todo el desprecio y falta de respeto te mantiene esperando mientras ves cómo charla tranquilamente sobre asuntos banales con otros compañeros. Cuando se digna a atenderte, tu mejor sonrisa, disculpe que le moleste, gracias por atenderme. Un soborno.

Ni mereces que desprecien tu tiempo, ni debes pleitesía, ni hacer el trabajo por el que te pagan requiere un especial agradecimiento.

.

Final feliz
Con suficiente ilusión las cosas terminan bien.

Final feliz

Pese a todo, la gestación prosigue, salvando barreras y obstáculos.

Se alcanzan hitos que antes de comenzar parecían simples pasitos.

Asegurar que el nombre de la empresa es único, solicitar un préstamo, presentar estatutos, aportar capital, registrar notarialmente, inscribir en el registro de sociedades, obtener las escrituras, sacar una numeración fiscal provisional, hacerla definitiva.

Muchos otros pequeños pasos van siendo logrados. El embarazo llega a su fin. La persona jurídica nace. Los socios parentales saben que este hijo comienza su propia vida. De momento sólo mama. Pequeño, delicado. La ilusión mantiene su latido y la constancia en los cuidados y desvelos ya tienen como opción ninguna pausa.

Se nos ha olvidado la tramitación. Queda DeProximidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *