Hoy toca pensar.
Me inspira mi amiga Rebeca. Castellana de Pedrajas que vive en Cataluña por esas cosas de la vida y el amor. Siempre tiene un pie en su pueblo, y más de la mitad de su corazón. Raíces, coraje.
No todo tiene explicación.
No todo tiene respuesta.
No todo tiene sentido.
No todo es justo.
No todo es lógico.
Aprende a vivir con eso.
También Óscar, argentino castellano andaluz de pura cepa. Más de 20 años en España y no ha perdido ni un ápice de su acento natal. Le siguen hinchando las pelotas los políticos boludos, que haberlos haylos igual aquí que allá. Esto viene de Bersuit.
Del éxtasis a la agonía,
Oscila nuestro historial
Podemos ser lo mejor
O también lo peor
Con la misma facilidad.
Para mi cosecha, Gloria Fuertes, que ya sabía lo que es el slow food movement y muchas otras cosas más que creemos que hemos descubierto ahora.
La gente corre tanto
Porque no sabe dónde va,
El que sabe dónde va,
Va despacio,
Para paladear
El “ir llegando”.
Y otra más suya, esencia del espíritu joven, de la convicción y muchos más valores que resultan admirables.
Me dijeron:
-O te subes al carro
O tendrás que empujarlo.
Ni me subí ni lo empujé.
Me senté en la cuneta
Y alrededor de mí,
A su debido tiempo,
Brotaron las amapolas.
John Prine también escribió con el corazón sobre el amor a su tierra, el dolor por lo que se destruye y el sinsentido de no hacer lo que uno realmente quiere. Dejo una estrofa de cuatro versos de Paradise (es en inglés, lo siento), de las que merecen la pena.
When I die let my ashes float down the Green River
Let my soul roll on up to the Rochester dam
I’ll be halfway to Heaven with Paradise waitin’
Just five miles away from wherever I am.
Clap, Clap, Ckap
You are very welcome, Mr. Bezos.