Miel pura o cruda es la que se obtiene directamente de los panales, sin ningún tipo de alteración o modificación. Sobre sus incontables propiedades para la salud podemos leer infinidad de artículos científicos. Aquí os dejo uno: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5424551/
La miel cruda como mucho recibe un filtrado, que elimina la cera y pequeños restos del panal que puedan quedar. Ese filtrado se hace por decantación o centrifugación. Métodos naturales mecánicos.
Cuando la miel es calentada hasta superar los 63ºC se llega a pasteurizar. De este modo, la miel pierde sus propiedades terapéuticas.
Podemos encontrar miel cruda e industrial sin implicar que se haya adulterado, que evidentemente es lo peor. Para detectar si esto ha sucedido, te ofrezco 12 pruebas sencillas de realizar.
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Las doce pruebas:
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1 La espuma: añade dos gotas de vinagre en una cucharada de miel. Si hace espuma, está adulterada.
2 El etiquetado: cuidado si lees en la etiqueta algo como “glucosa” comercial o “jarabe de fructosa”. Evidentemente eso NO ES MIEL.
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3 La cristalización: la miel cruda cristaliza, se solidifica con el tiempo. No temas comprar miel así, es garantía de pureza. Si guardas miel en el frigorífico y permanece líquida, las probabilidades de que sea adulterada son altísimas.
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4La absorción en la piel: la miel tiene muy poco agua. Si pones en tus dedos un poquito y lo extiendes, la piel lo absorberá. Si se quedan pegajosos puede estar adulterada.
5 El agua: del mismo modo, la miel adulterada hace que el papel absorbente se rompa enseguida al colocarla encima, mientras la pura no.
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6 Los grumos: vierte una cucharada de miel en un vaso de agua. La miel cruda llega hasta el fondo, y forma una especie de grumos.
7 El mendrugo: introduce un trozo de pan duro en miel. Pasado cuarto de hora, la miel adulterada hará que quede blando. Si sigue duro, tu miel es pura.
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8 La adherencia: si colocas un poco de miel cruda en tus dedos, no se caerá. Si está adulterada, sí.
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9 El iodo: la miel adulterada se volverá azul si añades a una cucharada unas gotas de iodo y otras de agua.
10 Caducidad: la miel NO CADUCA. Si el tarro indica fecha de caducidad, se trata de otra cosa. No es miel pura.
11 La llama: si intentas encender miel con una cerilla, arderá. Si está adulterada, el agua que le han añadido impedirá que arda.
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12 El agua: al poner miel cruda sobre un papel de cocina y retirarla no deja marca, al contrario que la adulterada.
Como conclusión, 4 consejos:
No te fíes de las mieles industriales. Tenemos suficientes pequeños productores de miel como para meternos al cuerpo cualquier cosa. Un par de euros de diferencia pueden ser una gran diferencia en un tarro de miel.
Consume miel local. Si es de tu zona natural, mejor. Si no, cercana a ti. En todo caso, al menos que sea de tu país. La normas de calidad y control son muy diferentes (o inexistentes) en muchos países.
Procura que el envase sea sostenible. Los envases de plástico pueden ser cómodos y baratos, pero el precio se paga también en petróleo, contaminación y reciclaje.
Aprovéchate de un alimento extraordinario, generador de salud, accesible, fantástico para ti y con implicaciones tremendamente positivas para el medio ambiente.